Conventillos de Buenos Aires
La violencia está de moda
- Violencia, ¿y vos?
- Todavía nada más allá de algunos gritos.
- Tenés que probar con violencia, no sabés cómo conseguís lo que querés.
-Pero, ¿no es muy agresiva la violencia?
- ¿Y a quién le importa?
- Mmmmm.... No sé, ¿vos decís que pruebe?
- Si, obvio.
Fuera de la ironía del diálogo anterior, la violencia se ha vuelto una manera en que la gente consigue las cosas en vez de sentarse a hablar como gente civilizada. La ciudad fricciona las relaciones interpersonales, pero me parece demasiado tener que llegar a semejante grado de violencia:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1336059
http://www.clarin.com/politica/Roca-vias-corte-tercerizados_0_395360656.html
Private Jazz Sessions
Si bien una de las razones del evento fue el lanzamiento del nuevo CD del Vivant Quartet, otras bandas fueron las que prestaron sus acordes y nos deleitaron. Las interpretaciones estuvieron a cargo de Pablo Juarez en contrabajo, Romeo García, Jorge Lades y Gabriel knoll en piano, Gustavo Cortajerena en trompeta, Ramiro Sosa, Emiliano Sosa y Gloria Sosa en voces.
La velada se extendió hasta entrada la madrugada y la música sólo se interrumpió en intervalos de cerveza y empanadas y pizzas caseras. El cálido aire estival se mezcló con los suaves aromas del orégano, la albahaca, los buenos tintos y composiciones de George Gershwin, Miles Davis, Victor Young, Bill Evans entre otros. No faltaron los brindis con champagne y el matambre hecho en casa, todo en un ambiente informal pero a la vez placentero. El Jazz hizo su parte y nos transportó a los controvertidos territorios de Estados Unidos de mediados de siglo XX en adelante.
La modalidad de este evento, que se compara sólo con las cenas preparadas por chefs que asisten a domicilio en forma privada, es una nueva tendencia que lentamente se viene imponiendo y que es un lujo tanto para los anfitriones como para los agasajados.
Despedida Nestor Kirchner
Festival de Jazz 2010
La apertura del festival estará a cargo del grupo Vivant Quartet, que se presenta por primera vez en este evento. Entre sus interpretaciones cuentan con temas propios, como el inconfundible "cinco por cuatro, veinte", y temas de jazzeros de renombre.
Luego será el turno de Django Trio, compuesto únicamente por instrumentos de cuerdas. Contará este año con la participación del joven violinista Joe Troop.
Sábado 30-10-10 ¡envecinate en el Lezama!
Lanzamiento Revista Telma
Venís a San Telmo.
Te encontrás. Recorrés. Mirás. Te embriagás . Disfrutás. Te reís. Preguntás . Curiosiás. Comprás. Buscás. Caminás. Te perdés. Volvés. Te gusta.
Vivís San Telmo.Vivi Telma, la revista del barrio.
El Sol de San Telmo
Allí estoy colaborando con algunos artículos. El link de su edición digital es el siguiente: www.elsoldesantelmo.com.ar
Les recomiento que si pasan por el barrio consigan un ejemplar; allí se encontrarán con las palabras de los mismos vecinos que recorren sus calles todos los días. Encontrarán una visión de San Telmo desde los ojos de la gente de San Telmo.
Les Mentetts
El grupo de música "Les Mentetts" (había aproximadamente, entre cantantes, guitarristas, bajistas, flautistas, etc., veinte personas en el ínfimo escenario) estuvo bien.
El concierto consistió en una velada casi íntima para los pocos que entrábamos en el recinto semicircular de la Sala de Representantes que tiene la impronta neoclásica de los teatros griegos. El escenario, de mínimas dimensiones pero de una altura de mayor importancia, el diámetro total de la sala no mayor a los siete u ocho metros, la solidez de los materiales y cortinados y la intencionalidad de la iluminación crean un ambiente solemne, tal vez un poco rígido para un evento musical.
Mi mirada de arquitecta y de amante del patrimonio histórico se concentró básicamente en la idea de que un edificio de 1800 puede cambiar sus funciones pero seguir sirviendo a fines culturales -o de otro tipo- sin perder si riqueza y su valor original.
Recomiendo visitar la Manzana de las luces, la Procaduría, los túneles, el Colegio Nacional y la Iglesia de San Ignacio -todos están dentro de una misma manzana- ya que forman parte del patrimonio edilicio y cultural de la ciudad de Buenos Aires.
Crónicas Gourmet: La Nonna Bianca
Sobre la calle Estados Unidos, a unos metros de la calle Defensa, en San Telmo, pleno casco histórico de Buenos Aires, está la heladería, cafecito, cyber y locutorio
Ambientado con estilo patagónico urbano, este local ofrece el mejor helado de chocolate semiamargo del mercado, el chocolate “Nonno”. Su consistencia es, al ir perdiendo frío, la de una mouse. Es ideal para acompañar postres o cortarlo con algún otro gusto de frutos rojos.
Esta heladería también sirve café y facturas. A veces, a la tarde, se puede ver a turistas y locales sentados en modestas mesitas y banquetas de madera trabajando con sus notebooks mientras disfrutan de un café.
El ambiente es tranquilo en la planta baja y no suele llenarse- generalmente los que compran helado no lo consumen en el lugar. No pasa lo mismo en el entrepiso donde están las computadoras del cyber. Aquí se escuchan todo tipo de lenguas pero casi nada de español.
Recomiendo, si uno anda por el barrio, los helados de
Crónicas Gourmet: Pub Gibraltar
Crónicas Gourmet: Bar El Federal
Turista en mi barrio - San Telmo
Veleros del Bicentenario
Como parte de los festejos del Bicentenario,han llegado a Puerto Madero veleros de distintos países. Las actividades que se desarrollan (hay bandas que tocan música, desfiles, luces de colores que apuntan al Puente de la Mujer, etc) son las típicas que se colman de gente y que por ende se tornan un poco fastidiosas para realizar. Son actividades ideales para ir con niños.
El paisaje de Puerto Madero, con sus edificios modernos, suele aportar un condimento gustoso para todo aquello que se desarrolle al aire libre. Sin embargo creo que esta vez no alcanzó para remontar la actividad.
Mi puntaje para esta salida es: regular. Si están con amigos, desistan de ir.
Graffitis
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqvamJ0Q7WvFSkQa1sK8Mxq91KPYAasEV6ND0EHIW8O5xIWB793mGEQ8fMUF5Em5gig1b_T_GErR8rL3bVkUvxpf29uU5o6posHj-5R43bq4uGZS7EjO9g0r07SvLADN7RCJuETSIqZD_s/s200/Semana+02-03-09+a+08-04-09+008.jpg)
Para mí, que soy arquitecta, los graffitis resaltan la idoneidad de la ciudad, son parte de ella y le aportan un legado artístico que sólo sus propios habitantes pueden darle.
De la misma manera que un arquitecto, un urbanista, un diseñador industrial o un diseñador gráfico contribuyen con un objeto de diseño a nivel urbano (por más “atractivo” o “repulsivo” que lo encontremos), ya sea un edificio, el trazado de un barrio, el mobiliario urbano, los carteles de publicidad, etc., un graffitero colabora con su arte, su diseño, su idea.
A mi parecer, las ciudades, al crecer, deben conferir al aprovechamiento de sus paredes dándoles lugar a estos artistas urbanos para expresarse. Rechazo rotundamente la mala voluntad de arruinar edificios históricos o edificios cuyas fachadas no han sido pensadas para ser escritas. Pero de la misma manera que los arquitectos flexibilizaron sus proyectos para incorporar los equipos de aire acondicionado, creo que también deben adecuarse a la idea de que en la ciudad existe un grupo de gente que necesita ser “escuchada” a través de sus graffitis.
Si consideramos estas escrituras y estos murales como pequeñas obras de arte, entonces al incluirlas en nuestros proyectos estaremos enriqueciéndolos.
De baches y aguas sucias
Por mi parte, mientras caminaba, yo estaba inmiscuida en mis pensamientos -hoy, tal vez más que nunca, eran pensamientos sino positivos, bastante alentadores- trataba de auto aconsejarme paciencia (don del que definitivamente carezco) cuando la ocurrencia de un conductor desprevenido hizo que su vehículo pasara por el más pequeño pero dañino y lleno de agua sucia bache que había en la calle.
El agua que allí adentro había, desconozco de dónde pudo haber salido ya que ¡no llueve desde la semana pasada!
La cuestión es que la burbuja de ideas que flotaba por encima de mi cabeza se pinchó en el mismo momento que un baño de gotas rebosantes de arcilla, smog concentrado y no sé qué otras mugres me bañaban por segunda vez en menos de una hora.
El conductor -que de hecho se dio a la fuga- debe haber comenzado su mañana con unas desinhibidas carcajadas al recordar a esta señorita pituca que en menos de un segundo quedó hecha un estropajo.
Yo no pude más que quedar paralizada y pensar: "¡No lo puedo creer!" Lunares parecían las manchitas de mugre que habían quedado esparcidas en toda mi ropa, mi cara y mi pelo.
Inmediatamente, tratando de disimular mi desconcierto, manejé la situación con celeridad y disimulo. Saqué una toallita que llevo para el gimnasio y me limpié. Al rato ya estaba de nuevo brillante como cuando salía de mi casa.
Unas cuadras más adelante, volviendo sobre el acontecimiento, me daba cuenta de que yo, al igual que el conductor, había empezado mi mañana entre carcajadas. Bien podría haber sido un designio divino el que me llenara de mugre justo en le momento que intentaba ser positiva, pero lo cierto es que la cuestión me causó mucha más risa que desconsuelo.
Secuencia de un relámpago
Este año no fue la excepción; las lluvias azotaron y lo hicieron más de un día, que era lo que se venía dando hasta ahora.
Calor en Buenos Aires
Enero 2010. El cambio climático se hace notar.
Por más que me digan lo contrario, este es un verano muy caluroso como no lo fueron hasta hace algunos años. Con sensaciones térmicas que trepan a más de treinta y cinco grados, con días sofocantes, con cortes de luz que dificultan la vida en este verano, nos encontramos los chamuscados habitantes de esta cuidad, Buenos Aires, y sus alrededores, tratando de buscar un refugio contra el calor. De más está decir que los aires acondicionados no dan abasto para enfriar viviendas, oficinas, negocios, restaurantes, gimnasios, etc. Yo, que tengo la suerte de estar en una oficina con aire acondicionado central, paso el día sin siquiera percatarme del calor. Pero a la noche, cuando me voy a dormir, escasamente puedo contar con un ventilador de techo que, si tirase aire como el ruido que hace, no tendría por qué despertarme en el medio de la noche asfixiada por la temperatura.
Es verano, y las temperaturas altas, ya se irán con los días. Lo que quedará (mi ojo de arquitecta no me permite obviarlo) serán las fachadas mamarracheadas por estas "cajitas" tan grandiosas pero tan feas que generan aire frío -y algunas también aire caliente. Entiendo que antes los edificios no se pensaban con espacios preparados para alojar a los compresores, y que siempre hay un hueco en el balcón donde cabe uno, pero de que quedan horribles, no hay duda.
Semáforos de Buenos Aires
Generalmente el tiempo de espera que se necesita para cruzar una calle en Buenos Aires es de aproximadamente un minuto. Ese es el tiempo que tienen los autos para pasar hasta el próximo cambio de luces. Ese es también el tiempo que tienen los peatones para esperar hasta tener el paso libre. Eso sí, si uno es argentino, o mejor dicho porteño, nunca espera el minuto y cruza antes, a veces hasta cuando los coches todavía siguen pasando.
Otro dato a tener en cuenta es que, cuando el semáforo para peatones empieza a titilar en rojo, desde ese momento tenemos el tiempo necesario para cruzar toda la calle - obviamente si es que estamos cruzando a una velocidad de "planeo", a saber: no a una velocidad de paso de anciano ni de alguien que tiene la pierna enyesada, sino a una velocidad normal.
Algunas calles, en el centro, por ejemplo, tienen en el semáforo de peatones un temporizador que va en cuenta regresiva marcando los segundos que uno tiene para cruzar. Cuando este temporizador o cronómetro llega a cero, todavía tenemos unos segundos hasta que el semáforo de los coches se ponga en verde. Si no me creen pueden chequearlo por ustedes mismos. O sea, en conclusión, siempre hay una yapa de tiempo para cruzar en estos casos.
Por último, no podía faltar un comentario sobre cómo cruzar la avenida 9 de Julio (para ubicar a los que no han cruzado esta avenida hace mucho, les comento que tiene cuatro tramos de cruce: dos son calles "colectoras" y los otros dos son los carriles centrales separados a su vez por canteros o por explanadas de circulación). Es casi imposible cruzar los cuatro tramos de una, a no ser que uno vaya corriendo. Los semáforos están sincronizados para poder cruzar sólo dos tramos por vez: una calle colectora y uno de los carriles principales. Aquí, también hay un temporizador en el semáforo peatonal que cuando llega al número siete todavía podemos cruzar (ojo, siempre que estemos en velocidad de "planeo"). Lo que se puede aprovechar para ganar tiempo de cruce, y si nuestro recorrido lo permite, es cruzar los dos primeros tramos, luego hacer una cuadra por las explanadas centrales y finalmente cruzar los dos últimos tramos que nos restan.
Lo que mi experiencia de peatón me ha enseñado, es que no hay que temer al hombrecito rojo que titila en el semáforo. Si somos un poco lanzados y nos gusta la aventura -y sabemos que estamos en forma para salir corriendo si nuestros cálculos del tiempo de los semáforos fallan- entonces aprovechen estos consejos. Se los dice alguien que cuenta en su haber con cientos de kilómetros de caminata (y de cruces) por Buenos Aires.
Fin de año en la ciudad
Es fin de año en la ciudad y todos queremos desprendernos de lo que ya sin duda sabemos no usaremos: calendarios del año que termina. Y qué mejor idea que arrojarlos por las ventanas de nuestras oficinas del centro. Aprovechamos también para deshacernos de papeles viejos, de impresiones que salieron defectuosas, de hojas obsoletas.
Y así la ciudad se llena de blanco. Y todo es alegría si pensamos -erróneamente- que con todas estas delgadas láminas de celulosa dejamos atrás todas las locuras del 2009. No olvidemos que vendrán otras nuevas, ciertamente, con el año que comienza.
Y tanta algarabía no sería desdeñable si fuésemos una población más limpia. He pasado ya tres veces por un mismo lugar (de hecho por varios lugares) en tres días diferentes y la basura y la alegre nieve blanca de papeles y calendarios viejos sigue en el mismo sitio. Y supongo que para los humanos ver tanta basura junta deja de ser una fiesta porque ahora lo es de las palomas desesperadas por escarbar los restos del brindis del miércoles por la tarde. Es viernes y las palomas has decretado su dominio. Y si esa basura sigue allí más tiempo, luego vendrán los gatos, los perros callejeros y las ratas. Y el lunes, cuando todo el mundo camine nuevamente por Perú y Diagonal Sur (sólo para nombrar UN lugar) tendrá que batallar con las ratas, las moscas, los perros callejeros, los gatos y las palomas que se estén dando un festín entre las bolsas desgarradas por las garras animales.
Aquí las fotos que delatan nuestra mugre:
http://www.flickr.com/photos/cronicasportenas/4235163094/in/set-72157623116256624/