Ampliación edificio de la Fundación Proa


Para todos aquellos a los que les gusta la buena arquitectura europea les recomiendo ir a la nueva ampliación de la Fundación Proa en La Boca que estuvo a cargo del estudio italiano Caruso-Torricella. Allí encontrarán, sin exagerar, los guiños de una arquitectura que se ve en las revistas del viejo continente.
La ampliación es claramente una obra extranjera. Hecho que se nota en la gran modestia de sus creadores. Los argentinos tenemos un gusto por exagerar el diseño, el diseño gráfico, la comunicación. Cuanto más mejor. El valor principal d esta obra de italianos en La Boca es que ellos se toman el diseño con calma. No es más sino mejor. El cuidado de los detalles crea una atmósfera díafana, sencilla pero a la vez cargada de una elegancia extrema.
Al caminar por las salas se aprehende la idea de un recorrido asimétrico, no lineal para observación y contemplación no sólo de las obras de arte sino también del edificio. Y así éste se convierte en obra de arte más. Desde las escaleras que van uniendo los pisos se pueden tener otras visiones de las obras, de las salas y de las vistas al paisaje de la rivera. El proyecto consistía en la remodelación de la fundación, establecida en una casa de fines del siglo XIX, junto con la ampliación hacia dos edificios vecinos. Claramente existía la intención de revalorizar lo antiguo con lo nuevo remarcando el paso del tiempo. Una manera de lograrlo fue uniendo lo rústico -que se observa en la columnas del primer edificio dejadas con la pátina que les fue dando el tiempo, la oxidación en algunos materiales, por ejemplo- con lo moderno. El uso de hormigón dejado a la vista, de manera rústica, lo mismo que los pisos de madera, se combina con líneas modernas. La materialidad juega un rol importante en la expresión del edificio. Ella habla de tiempo, de lo rústico, de lo que tiene que verse o traslucirse, de las sensaciones, de la calidez o de la falta de ella. La ampliación fue una obra bien pensada.
Probablemente no haya sido arbitraria la elección una muestra de Duchamp para inaugurar este nuevo edificio que podría ser obra de arte en si mismo, muestra que se titula: "Marcel Duchamp: Una obra que no es obra de arte".